Más Cerca de la Familia Ahora
Graduado de Narconon
Vitaly L.
Llegué a EE. UU. en 1991, justo tras el colapso del Partido Comunista en la Unión Soviética. Y fue un poco duro encajar con los niños americanos: yo tenía acento, me vestía raro, tenía un aspecto raro.
Y eso siguió un par de años hasta que llegué a la preparatoria y conocí las drogas y el alcohol. Y de repente, sentí que encajaba.
Y eso continuó con drogas más y más duras y antes de querer darme cuenta estaba bebiendo a diario y luego pasé a los opiáceos y eso, básicamente, consumió mi vida.
Para mí, el programa de Narconon fue una forma de mirar a la vida con una nueva perspectiva, un enfoque positivo de todo a mi alrededor.
Y también de reparar relaciones con mis amigos y mi familia. Sobre todo mi familia, pues son a los que más daño hice al usar drogas. Se sorprendieron cuando les llamé para preguntarles qué necesitaban de mí, porque yo nunca había hecho eso.
No podría ser mejor. Quiero decir, estamos más unidos ahora de lo que estábamos incluso antes de las drogas.
El programa de Narconon es el único programa que funcionó para mí. Me salvó la vida cuando pensé que todo estaba perdido.