Abuela de Graduada de Narconon
Sandy W.
Mi nieta era una niña alegre y despreocupada. Estaba llena de vida y era muy popular. Y empezamos a notar un cambio en ella y parecía estar cansada todo el tiempo. No quería participar en nada de lo que hacía la familia, algo típico de los adolescentes. Pero el cansancio, eso no lo entendía y hasta se lo mencioné a su madre. “¿Por qué está tan cansada? Yo soy una anciana y no estoy tan cansada”. No podía entenderlo.
Empezó a usar heroína. Y en un momento dado su madre se dio cuenta. Y la llevó al médico y el médico le recetó algo para tratar de ayudarla a dejar la heroína. Y una mañana lo hizo, bueno, de hecho, fue a la mañana siguiente. Decidió que esta medicina funcionaría más rápido y mejor si se la inyectaba en vez de tomarla oralmente, como debía hacerlo. Y esto casi causó su muerte.
Vine inmediatamente. Y nos pasamos todo el día en el teléfono y en la computadora tratando de encontrar un lugar que la ayudaría. Y uno de los lugares a los que llamamos fue Narconon.
Y ese fue el inicio de una historia de éxito, que es inimaginable.
Mi nieta se convirtió en una persona totalmente diferente de la que era cuando llegó a Narconon. Y tenía este sentido de querer ayudar a todos, ¿sabes? Le ayudó tanto…
Es simplemente alegría pura. No hay ninguna otra forma de describirlo. O sea, siempre quieres a tus nietos, pero cuando pasan por algo así y tocan fondo absolutamente, y luego logran volver otra vez arriba. Ella es increíble. Es absolutamente increíble.