Superando el Alcohol
Graduado de Narconon
Jessica P.
Cuando yo era pequeña, siempre había algo, ya fuera Wellbutrin, o Paxil, o Zoloft, o Lexapro, lo que fuera, simplemente había algo mal conmigo. Llegué a un punto al ser adulta en que si me decían que había algo mal conmigo, ya no me importaba. Y el alcohol era lo único que podía insensibilizarlo todo.
Si sentía ansiedad, me la quitaba. Si sentía depresión, me la quitaba. Si estaba contenta, era algo social. Podía estar contenta con los demás. Si estaba triste por la noche, era algo que podía hacer. Cuando estaba aburrida, podía encontrar una razón para beber. Y estaba atorada. No me importaba a quién le hacía daño, ni me importaba hacerme daño a mí misma.
En el proceso en Narconon, en cada parte de este programa aprendí algo acerca de mí, en todo el camino. Y al final empecé a cambiar y la gente me hacía reír y me sentía más a gusto.
Narconon me devolvió mi vida. Me devolvió mi alma. Me devolvió mi sonrisa. Me dio mi salud. Me dio mi felicidad y todas esas cosas que forman parte de la vida. Se trata de un equilibrio de esas cosas, tener a tu familia, tener tus relaciones, crear recuerdos, salir y hacer algo y tener éxito.
Me ha dado tanto, que ni siquiera puedo expresarlo en palabras, dónde estaría hoy, si no hubiera venido aquí. Así que, gracias, Narconon.